Conforme los temas medioambientales, sociales y de gobernanza (ESG, por sus siglas en inglés) toman mayor relevancia, los inversionistas, trabajadores, clientes y reguladores exigen mayor responsabilidad social y transparencia a las empresas, ya que cada vez aumentan más el número de denuncias sobre irregularidades relacionados con criterios ESG. Los clientes se han vuelto más exigentes al momento de consumir, dándole mayor importancia a que las empresas se alineen de mejor manera a sus códigos de conducta, valores y principios.

Hoy en día, han aumentado el número de investigaciones sobre empresas involucradas en temas de corrupción, la cual según la organización no gubernamental (ONG) Transparencia Internacional, define como el abuso del poder encomendado en beneficio propio. De modo que, además de considerar la anticorrupción como un pilar fundamental de la gobernanza bajo el esquema ESG, los grupos de interés ya son más exigentes en relación a temas sociales y de sostenibilidad empresarial.

Por otro lado, generalmente las investigaciones de corrupción habían sido iniciados por la parte afectada, competidores y agencias regulatorias, pero el alcance ESG cada vez es más amplio, por lo que hoy en día existe la posibilidad de que estas denuncias sean iniciadas por los inversionistas, clientes y organizaciones no gubernamentales.

Es importante mencionar, que, si bien las organizaciones están poniendo especial atención a las políticas internas sobre temas relaciones a la corrupción y transparencia, también lo hacen sobre toda su cadena de suministro, ya que es importante establecer ciertas métricas o requisitos que los proveedores deben cumplir para lograr que toda la cadena de suministro cumpla realmente con los estándares.

El incurrir en prácticas de corrupción puede terminar en un daño reputacional significativo para la empresa, ya que hoy en día los grupos de interés son cada vez más exigentes por lo que el alcance y la complejidad de los programas y requisitos ESG han aumentado considerablemente.