La IA se ha convertido en una herramienta necesaria, la cual nos ha ayudado a utilizar los recursos de forma más responsable y sostenible, a reducir y gestionar mejor los residuos que generamos, al mismo tiempo que cuidamos al planeta.
Existen distintas áreas en las cuáles ya se utiliza actualmente la IA; en el sector financiero existen tecnologías que ayudan a los bancos a predecir patrones de mercado, detectar fraudes y asesorar a sus clientes en sus operaciones financieras.
La relación de la IA con ESG (factores ambientales, sociales y de gobernanza) y la sostenibilidad puede darse con la resolución de los problemas medioambientales y sociales a los que se enfrenta nuestro planeta, y al desarrollo de algoritmos de inteligencia artificial para una eficiente gestión de la información y de los recursos financieros y no financieros.
Por ejemplo, en el sector medio ambiental, se han utilizado drones para plantar árboles con el fin de combatir la deforestación y también se han diseñado edificios inteligentes para reducir su consumo energético. En el sector agrícola, se utilizan sensores de humedad, temperatura y fertilización. Y en el sector energético, se ha utilizado para predecir la producción de energía y diagnosticar posibles fallas, midiendo la capacidad de las instalaciones encargadas de generar energía.
Hoy en día los stakeholders (grupo de interés) exigen a los lideres de los gobiernos y empresas informar sobre sus externalidades positivas y negativas, por lo que, para identificar indicadores y evaluar el progreso de las acciones pertinentes a la sostenibilidad, es fundamental conocer los datos y transparentarlos. Aquí es donde la IA tiene un papel fundamental, ayudando a gestionar, analizar, transformar y reportar los datos necesarios para la toma de decisiones.
Asimismo, la sostenibilidad no se debe quedar únicamente dentro de las organizaciones, sino que debe de integrarse en toda su cadena de valor, particularmente en la cadena de suministro, pues es importante tener visibilidad y la capacidad de rastrear los productos desde su origen, para certificar que la producción de bienes o servicios cumplen con exigencias regulatorias de ESG, y alcancen los objetivos sostenibles establecidos.
El potencial impacto de los riesgos climáticos y sociales, y en general de los temas de ESG, se han vuelto relevantes a nivel mundial en los gobiernos y empresas; por lo que, las herramientas creadas a partir de la IA pueden ser de gran ayuda para abordar las problemáticas actuales y crear un futuro más sostenible.